Los ocho hijos han cerrado filas con el padre, y uno lideró ayer el contraataque en la ciudad de Misrata
ESTEBAN VILLAREJO / MADRID
Día 25/02/2011
Khamis, ex estudiante en Madrid
Los Gadafi han cerrado filas en torno al gran patrón como si se tratase de la versión árabe de «Los Soprano». El clan sabe que se juega todo en el devenir de la revuelta: en cuestión de horas pueden pasar de mafiosos caprichosos que se permitían contratar a la estrella de pop Beyoncé para una actuación privada en Nochevieja (por un millón de dólares) a simples parias exiliados en algún Estado afín (Venezuela, Cuba, u otro país árabe).
La figura que mejor sintetiza la acorralada situación familiar es la del menor de los ocho hijos del «líder de la revolución», como se hace llamar Muamar Gadafi. Khamis (28 años) ha dejado «ipso facto» sus prácticas en EE.UU. del curso de un máster que realiza en el Instituto de Empresa (IE Business School) para coger el mando de una brigada militar leal a su padre.
Primero participó en la represión de la revuelta en Bengasi, ayer lideró un contraataque en la ciudad de Misrata —200 kilómetros al este de Trípoli—. Khamis, que en Madrid utilizaba su apellido materno y era una estudiante «normal», fue recomendado por dos bancos internacionales para cursar el máster. Las autoridades españolas estaban informadas de la presencia del hijo de Gadafi en España. Khamis supuestamente habría asesinado hace unos días a uno de los líderes de la tribu progubernamental Al Muqarha, una de las más importantes del país, que habría decidido rebelarse.
Los cables de «Wikileaks» también dieron cuenta de la red de negocios tejida por los Gadafi en estos últimos 42 años. El mayor, Mohamed (40 años), controla todo el sector de las telecomunicaciones; Hannibal (35 años) ejerce su influencia en las todopoderosas navieras; Saadi (37 años y ex futbolista) está al cargo de una Zona Franca de Exportación; la única hija, Aisha (34 años), dirige una agencia gubernamental, amén de que hasta hace dos días era «embajadora de buena voluntad y mensajera de la paz de la ONU»; Saif al-Arab (29 años) es conocido por su vinculación con el tráfico de armas.
Los dos «políticos»
Por otra parte, Saif al-Islam (38 años) —la versión «light» del régimen de cara a Occidente— y Mutassim (36 años) tienen cargos de perfil más político. El primero, como gran heredero del régimen, se ha encargado durante estos días de asegurar que habrá un nuevo régimen, fue el primero que compareció ante la opinión pública, e incluso está trabajando en la elaboración de una nueva Constitución, como si esto pudiera aplacar a las fuerzas antigubernamentales que se acercan a las puertas de Trípoli.
Como en toda familia de película, los Gadafi también tenían sus disputas motivadas por los celos y la codicia por el reparto del pastel cifrado en miles de millones de dólares. Algunas de las broncas también estuvieron motivadas por el irreverente comportamiento de Hannibal —arrestado en Suiza tras apalizar a dos empleadas domésticas—, el devaneo de Saadi con las drogas, o la actitud fiestera de Saif al-Arab durante su estancia en Alemania.
Pero con los tambores de guerra, los Gadafi han abandonado toda discordia. Muamar como Tony Soprano debe estar pensando: «Sólo se puede confiar en la sangre».
http://www.abc.es/20110225/internacional/abcp-brigada-khamis-gadafi-espanol-20110225.html
************************